Thomas Tuchel, sobre la Supercopa, Kanté y volver a empezar

Nombrado entrenador del Chelsea en enero de 2021, un mes después de dejar el París Saint-Germain, Thomas Tuchel ha tenido enormes altibajos en los últimos 18 meses.

Tuchel llevó al París a su primera final de la UEFA Champions League en 2020, cayendo por 1-0 ante el Bayern de Múnich, pero se resarció con su nuevo equipo, el Chelsea, venciendo a su rival de la Premier League, el Manchester City (1-0) en la final de Oporto. Tras unas breves vacaciones de verano, el alemán de 47 años vuelve a la carga con el equipo londinense, que se enfrentará al Villarreal en la Supercopa de la UEFA en Belfast el miércoles. "Toda la atención está en el futuro", dice a UEFA.com.

Sobre medirse al Villarreal en la Supercopa

Tengo un gran respeto por el Villarreal, tengo un gran respeto por Unai Emery. Es decir, pronto podrán llamar al trofeo (de la UEFA Europa League) el trofeo de Unai Emery. Este tipo es increíble. Ha jugado cinco finales y las ha ganado cuatro veces, es una locura.

Y con los equipos españoles hay que tener mucho cuidado. A ellos les encanta este juego, y lo juegan por la posesión del balón, y lo juegan con mucho y genuino coraje. Así que creo que afrontarán este partido (sintiendo que) no tienen nada que perder. Pero qué mejor cosa que empezar la temporada con una final europea. Nos lo tomaremos muy, muy en serio, y haremos todo lo posible para llevarnos el próximo trofeo a casa.

Sobre el parón veraniego

En primer lugar, estuve en París y ayudé -o molesté- a mi familia en el proceso de mudanza. Desde allí nos fuimos de vacaciones juntos y tomamos un poco de sol, ¡porque aquí en Londres e Inglaterra es muy raro! Cada vez estoy mejor y ya no me cuesta tanto desconectar. Cuando estoy de vacaciones, estoy de vacaciones. Y creo que también es necesario para recargarse.

Sobre su gran curso en el Chelsea la temporada pasada

¿Cómo he podido empezar tan bien? Quizá no lo sé. Antes, habría dicho que nunca es un escenario ideal porque llegas a mitad de temporada, pero quizás fue algo bueno. Finalmente, encontré un club bien estructurado, una organización de primera, un equipo muy abierto y ambicioso, y mucho apoyo al más alto nivel, y eso nos facilitó mucho las cosas

(Jugar con tres defensas) encajaba bien con todos nuestros jugadores, y con nuestros centrocampistas. Decidimos muy pronto que queríamos tener siempre a dos de nuestros tres centrocampistas en el campo, es decir, a N'Golo Kanté, Jorginho y Mateo Kovačić. Ese es el planteamiento: hacer lo que es bueno para el equipo y lo que se adapta a las características de los jugadores, y tuvimos la sensación durante todo el camino de que esto encajaba bien.

Sobre N'Golo Kanté

Durante años, he luchado por tenerlo en mi equipo y ahora lo hemos hecho al revés: he venido a su equipo. Es el sueño de cualquier entrenador tener a N'Golo a su lado, porque facilita las cosas a todo el mundo en el campo. Es un tipo muy simpático, una persona muy humilde, y su mentalidad es estar en todo el campo, facilitar las cosas, quiere ayudar, recuperar el balón. Estoy muy, muy contento de que este tipo de jugador brille tanto de repente, a este nivel de rendimiento, porque es importante para el fútbol que este tipo de jugadores, que sirven a un equipo, estén en el punto de mira.

Sobre la victoria en la final ante el City

Llegamos quizás con una ligera ventaja psicológica, al haber ganado ya dos veces contra ellos en poco tiempo. Una vez que ponen en marcha la máquina, hay que sufrir durante muchos minutos, hay que mantenerse unidos, hay que ser positivos y hay que mantenerse siempre activos. Necesitábamos una gran actuación esa noche.

¿Cómo fue celebrar con mi familia después del partido? Bueno, eso fue sencillamente grandioso, porque tuve la sensación de que es aún más (importante) para ellos. Mis padres estaban en el estadio, mi primo estaba, amigos muy cercanos tuvieron la oportunidad de estar en el estadio. A veces tu familia también hace sacrificios, y seguro que mi familia lo hizo y seguro que mis padres lo han hecho durante mucho tiempo, desde que me llevaban a cualquier campo de fútbol cuando tenía seis años. Así que fue un regalo para ellos, fue una noche para devolverles algo, y significó mucho para mí que fuera posible estar juntos.

Sobre el aprendizaje de la derrota en 2020 con el Paris en la final

Perder te hace muy, muy humilde. Es muy doloroso y sientes un dolor que no es agradable experimentar a este nivel cuando eres tan ambicioso en el deporte, pero forma parte de él y te hace más fuerte. El reto y el objetivo es aprender de ello, así que fue un regalo poder llegar de nuevo a la final de la Champions League. Nos sentimos muy agradecidos y muy positivos al respecto, y fue una experiencia fantástica.

Es muy bonito que la gente con la que te encuentras fuera e incluso mi familia y amigos sigan hablando de la final (de la Champions League), pero el reto ahora es olvidarlo, olvidar el éxito. Lo que exigimos a nuestro equipo, lo que nos exigimos a nosotros mismos, volver a empezar, mirar hacia adelante, no dejar caer el 1% de la determinación y el hambre. Es el pasado, y la atención se centra en el futuro.