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Roxburgh analiza la influencia del Europeo Sub-17

El director técnico de la UEFA, que ha visto a jugadores como Iker Casillas y Gerard Piqué dar sus primeros pasos internacionales a este nivel, explica la contribución del torneo en el éxito futuro de las estrellas.

Iker Casillas (a la derecha) celebra la victoria de España en el Europeo Sub-16 de 1997
Iker Casillas (a la derecha) celebra la victoria de España en el Europeo Sub-16 de 1997 ©Getty Images

El Campeonato de Europa Sub-17 de la UEFA ha sido el lugar donde muchos de los actuales talentos del fútbol dieron sus primeros pasos. Antes de la fase final de este año, que comienza el martes el Serbia, el director técnico de la UEFA, Andy Roxburgh, habla sobre la contribución de la competición.

"Poco antes de ganar la Copa Mundial de la FIFA en Sudáfrica, Iker Casillas habló sobre cómo paró un penalti que decidió la tanda de lanzamientos ante Austria que dio el título a España en 1997. En la misma conversación, mencionó sus dos victorias en la UEFA Champions League y una en la EURO. No hay duda de que el éxito a este nivel tiene un impacto duradero en la estrellas del futuro".

"Desde el punto de vista del entrenador, es importante recordar cómo pueden hacerse estas impresiones duraderas. Lo primero y más importante, esta es una competición de desarrollo. Eso significa que los resultados no son una obsesión, pero al mismo tiempo, se puede desarrollar una mentalidad ganadora. El entrenador tiene que ayudar a sus jugadores a sobrellevar esta actividad intensa, y quizá por primera vez, a convivir con un grupo durante dos o tres semanas".

"Algunos de los jugadores jóvenes ya han demostrado su magnífico potencial en sus competiciones nacionales, pero a menudo estas están dominadas por uno o dos equipos, y como consecuencia de eso, no hay demasiados partidos exigentes. Pueden venir a este torneo y disfrutar de su primera oportunidad de medirse ante los mejores de Europa. Aquí es cuando son seguidos por primera vez por un público más amplio, y entran en contacto con otros prometedores talentos que podrían convertirse en sus futuros rivales o compañeros de equipo".

"Por ejemplo, en la final de 2004, Karim Benzema estaba en la selección francesa y Gerard Piqué en la defensa de España. Siete años más tarde, se han visto las caras en los duelos entre Real Madrid y Barcelona. Cesc Fàbregas y Samir Nasri fueron rivales ese día, y ahora comparten vestuario en el Arsenal. Así que, cuando ves a la selección sub-17, no puedes dejar de preguntarte de qué forma se van a cruzar las carreras de estos jugadores en el futuro, o si alguno de ellos seguirá los pasos de Iker Casillas".