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Inglaterra toca al fin la gloria en el sub-19

Tras haber perdido las finales de 2005 y 2009, a la tercera fue la vencida para Inglaterra en Georgia, que pudo imponerse a Portugal en la final para levantar el título por primera vez.

Los jugadores y cuerpo técnico de Inglaterra celebran el título tras la final ante Portugal
Los jugadores y cuerpo técnico de Inglaterra celebran el título tras la final ante Portugal ©Sportsfile

Se escribió un nuevo nombre por primera vez en el Campeonato de Europa Sub-19 de la UEFA desde que Inglaterra derrotó a Portugal en la ciudad georgiana de Gori para levantar el título.

Francia, que consiguió su tercer sub-19 logrando la mayor victoria en una final frente a Italia en la 2015/16, fue uno de los grandes damnificados en el clasificatorio, perdiendo frente a Bulgaria. Italia, Serbia, Turquía y Grecia también fueron eliminadas en la ronda élite, donde por segunda temporada consecutiva España fue apeada por Inglaterra.

Eso significaba que Alemania era la única campeona que participaba en la fase final del torneo en la 2016/17. Tras haber ganado en 2008 y 2014 se quedó fuera en el Grupo B, después de que Joël Piroe consiguiera un 'hat-trick' para darle a Holanda la victoria por 4-1. Inglaterra, por su parte, paso de forma tranquila en el mismo grupo, comenzando con una victoria por 2-0 frente a Bulgaria antes de que Ben Brereton consiguiera el tanto de la victoria en los últimos instantes frente a los holandeses. El delantero Ryan Sessegnon marcó dos en la victoria por 4-1 contra Alemania en la tercera jornada.

Ese resultado, junto al empate de Holanda 1-1 contra Bulgaria, que conseguía su primer gol en la competición y su primer punto en nueve partidos, hacía que los ingleses fueran primeros de grupo por encima de Holanda, que pasaba a semifinales por primera vez en su historia.

Portugal se hizo rápidamente con el control en el Grupo A. Rui Pedro marcó un penalti en la segunda mitad para vencer a la anfitriona Georgia, y también anotó en la victoria por 2-1 frente a la República Checa, resultado que colocaba a los portugueses en las semifinales por segundo año consecutivo y que hacía que fueran primeros de grupo a falta de un partido por disputarse.

Los checos se mantuvieron firmes frente a los 24.000 espectadores locales en Tiflis en la tercera jornada para derrotar a Georgia por 0-2 y terminar con la participación de los anfitriones, mientras que la debutante Suecia finalizó cuarta de grupo a pesar de que Viktor Gyökeres consiguió marcar en todos los partidos.

Ambas semifinales tuvieron resultados ajustados. Tras caer en esa misma ronda en 2016, Portugal consiguió el tanto decisivo frente a Holanda gracias a un disparo de media distancia de Gedson Fernandes. Con la ausencia de Piroe, que tuvo que marcharse lesionado en el primer minuto del choque frente a Inglaterra, el ataque holandés se vio sensible.

La segunda semifinal tuvo un final dramático cuando tras salir del banquillo Marcus Edwards asistió a otro sustituto, Lukas Nmecha, para que marcara con el tacón el gol que dejaba fuera a los checos a falta de pocos segundos para el final.

En cualquier caso, tanto Portugal como Inglaterra no querían convertirse en la primera selección en perder tres finales del torneo, y fue Inglaterra la que marcó cinco minutos después del descanso cuando una falta de Mason Mount golpeó el palo y el rechace lo envió a la red el central Easah Suliman. A pesar de que el tanto en propia puerta de Dujon Sterling daba el empate a Portugal, el cuadro de Keith Downing consiguió la victoria gracias a una rápida contra en el minuto 68. Un determinante Mount regateó a dos defensas y al portero antes de asistir a Nmecha para que Inglaterra pudiera al fin levantar el trofeo.