UEFA.com funciona mejor en otros navegadores
Para la mejor experiencia posible, recomendamos usar Chrome, Firefox o Microsoft Edge.

Merecido triunfo de Ucrania

Inglaterra - Ucrania 0-2
Los anfitriones superaron claramente a su rival y ganaron por primera vez en su historia el Campeonato de Europa Sub-19.

Merecido triunfo de Ucrania
Merecido triunfo de Ucrania ©UEFA.com

La anfitriona Ucrania fue muy superior a Inglaterra en la gran final y se impuso por 2-0 gracias a los tantos anotados en los primeros minutos de cada una de las partes por Denys Garmash y Dmytro Korkishko, respectivamente.

Final sorpresa
El Campeonato de Europa Sub-19 de la UEFA vivió una final inesperada este sábado en Donetsk. Se vieron las caras la anfitriona Ucrania y una Inglaterra que a priori no entraba en las quinielas para llevarse la victoria final. Ucrania, que eliminó a Serbia en semifinales, destacó durante el torneo por su fuerza de voluntad y su buen nivel físico, mientras que la Inglaterra de Brian Eastick empezó algo floja el torneo y poco a poco fue mejorando hasta lograr dejar fuera en semifinales a Francia, una de las máximas favoritas para llevarse el torneo.

Brazaletes negros
El conjunto inglés vistió brazaletes negros en memoria del recientemente fallecido Sir Bobby Robson, ex seleccionador inglés, y quizás la motivación de ofrecerle una victoria hizo que el equipo de los tres leones saliera a por todas desde el minuto uno. Pero pronto los anfitriones dejaron claro que ante su público iban a vender muy cara su piel.

Garmash da el primer golpe
Y es que en el minuto 5' una de las estrellas de la selección ucraniana, Garmash, se deshizo del marcaje de Daniel Wellbeck en un saque de esquina para adelantar a su selección con un potente remate cruzado. El delantero del FC Dynamo Kyiv ya había marcado dos goles en esta fase final (ambos en la semifinal ante Serbia) y sin duda se postulaba como un serio candidato a recibir el premio al mejor jugador del torneo.

Mentalidad ofensiva
Pese a que ya lo había demostrado durante todo el torneo, la selección inglesa se vio sorprendida por la forma de atacar de la selección anfitriona. A pesar del gol tempranero, Ucrania se mantuvo fiel al estilo exhibido durante el torneo y fue habitual ver atacar a la selección de Yuriy Kalitvintsev con seis y siete jugadores. Y es que, aún no teniendo futbolistas de gran calidad técnica, los ucranianos hacían gala en cada ataque de una mentalidad ofensiva espectacular.

Tímida reacción inglesa
En los últimos minutos de la primera mitad la selección de Eastick se volcó algo más sobre la portería de Igor Levchenko. Pero siempre abusando de balones largos, muy francos para los defensores ucranianos, y con su hombre más peligroso, Nathan Delfouneso, demasiado alejado del área del equipo anfitrión. Si transmitió algo más de peligro a balón parado, pero más por los despistes y el nerviosismo de los ucranianos que por la eficacia de sus propios remates.

Golazo de Korkishko
Y al igual que en la primera mitad, Ucrania tardó cinco minutos en batir al portero inglés Jason Steele. Esta vez gracias a una obra maestra de Dmytro Korkishko, que en el 50' lanzó a la perfección una falta desde la frontal del área para introducir el balón por la escuadra derecha del marco inglés. Un gol que complicaba mucho la final para el combinado inglés y que obligaba a Eastick a reaccionar moviendo el banquillo para buscar la remontada.

Partido controlado
Tras doblar la ventaja, el encuentro entró en una fase de constantes interrupciones. Era difícil ver más de tres pases seguidos en cualquiera de los dos finalistas, y con el paso de los minutos algunos jugadores ingleses como Daniel Drinkwater se fueron desesperando y empezaron a cometer faltas excesivamente duras que obligaron al árbitro a enseñar varias tarjetas amarillas. Las ocasiones brillaban por su ausencia y la selección anfitriona mantuvo el control del choque en todo momento.

Título merecido
En los últimos compases de la final Inglaterra bajó los brazos y Ucrania acabó proclamándose con justicia campeona de Europa sub-19. El equipo de Kalitvintsev demostró que una voluntad firme y una gran forma física pueden ser dos armas muy valiosas en un torneo de este tipo mientras que Inglaterra volvió a caer en la final como ya le pasó en el torneo sub-21 disputado en Suecia en el mes de junio. Con el triunfo ucraniano, un anfitrión vuelve a proclamarse campeón de la categoría, algo que no sucedía desde que Francia ganara en 1996 (entonces en categoría sub-18).