La sub-19 alarga la fiesta del fútbol español
lunes, 1 de agosto de 2011
Resumen del artículo
República Checa – España 2-3 t.p.
En una final llena de épica, España conquistó en la prórroga y con los goles de Paco Alcácer el Campeonato de Europa Sub-19 de la UEFA.
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Cuerpo del artículo
El fútbol español escribió un nuevo capítulo entre sus numerosos y recientes éxitos. En esta ocasión la gloria llegó de la mano de la selección sub-19, que conquistó en la prórroga su quinto Campeonato de Europa Sub-19 de la UEFA con una actuación épica. La República Checa se adelantó en el marcador y Jon Aurtenetxe llevó el partido al tiempo extra a escasos minutos para el final. Entonces los checos volvieron a marcar, pero Paco Alcácer, jugador del Valencia CF, dio la vuelta al marcador en los últimos compases.
Con la única baja de Dani Carvajal por lesión, la selección española saltó al césped del Estadio de la Concordia dispuesto a mandar en el partido. Suyo es el estilo de que también desarrolla la sub-21 y la absoluta, el del control de balón y la posesión como mejor método para llegar al área rival. Es el sello de 'la Roja'. Pero ésta era una final europea y enfrente estaba la República Checa, un combinado que llegó a la final sumando sus partidos por victorias. El entramado checo ralentizó la circulación española de balón y las ocasiones cayeron a cuentagotas.
Los primeros escarceos cayeron del lado checo. En el 13’ Ladislav Krejčí lideró un ataque desde la derecha y su disparo se marchó fuera poco. Poco después una preciosa bicicleta de Martin Hála en el área española dejó patente que la presencia checa en la final no era fruto de casualidad. España fue cogiendo ritmo con el paso de los minutos. En el ecuador de la primera parte Juanmi mandó un cabezazo a las manos del portero, y Pablo Sarabia puso en aprietos a Tomáš Koubek en una gran jugada del nuevo jugador del Getafe CF. Fueron los mejores minutos de España en esta primera parte.
El máximo goleador del torneo, Álvaro Morata, no tuvo balones en este primer tiempo, pero bastó una mala cesión de un defensa checo a su portero para que afilara su instinto y rozara el primer tanto antes del descanso. Todo cambió tras el descanso. Ladislav Krejčí recogió un balón a 40 metros del área y avanzó metros hasta colocarse en la frontal, donde soltó un zurdazo inapelable pegado al poste. La final se ponía cuesta arriba.
Con el tanto Ginés Meléndez buscó la reacción y movió el banquillo con la inclusión de Paco Alcácer y José Campaña, un movimiento que el combinado agradeció en fluidez y mordiente. Un desborde del eléctrico Deulofeu acabó con un centro que remató al primer toque Sarabia y despejó Tomáš Koubek, Juanmi tiró fuera un remate franco cerca del área pequeña, Alcácer mandó por encima del larguero un saque de esquina y rozó el empate con un duro disparo… España se acercaba al empate, pero los minutos corrían sin piedad.
De tanto buscarlo España firmó las tablas a cinco minutos para el final, cuando los nervios ya salían a relucir. Tras un córner Rubén Pardo enganchó un remate desde el balcón del área y Jon Aurtenetxe desvió la trayectoria para hacer justicia en el marcador. Pero el acoso español no terminó aquí y los últimos compases fueron una agonía para los checos, que sufrieron dos peligrosísimos tiros más de Alcácer y de Juan Muñiz.
La prórroga comenzó con el guión del primer y el segundo acto, pero en una jugada aislada los checos sacaron a relucir su efectividad. Apenas se acercaron en los 90 minutos a la portería de Edgar Badía y en el 97’ Krejčí, el mejor de los checos, llegó a la línea de fondo con una potencia insultante y colocó al corazón del área para que Patrik Lácha anotase el segundo.
A partir de entonces Deulofeu fue el mejor y casi único argumento de una España que en el 108’ volvió a tirar de orgullo. Morata colocó de cabeza un gran balón a la llegada de Alcácer, que devolvió el empate en una final de tintes de épicos. Y falta de de cinco minutos, el éxtasis. Rubén Pardo colocó con el guante que tiene por bota un medido pase a la espalda de la defensa checa para que Alcácer llevase la euforia al combinado español. La absoluta inició en Austria y Viena una senda que la sub-21 y la sub-17 femenina han seguido con éxito. En Rumanía fue el turno de la sub-19, nueva campeona de Europa.