Alemania logra al fin el título
martes, 9 de noviembre de 2010
Resumen del artículo
La selección germana logró por primera vez la victoria en el Campeonato de Europa Sub-21 al imponerse por 4-0 en la final a Inglaterra, tras un memorable torneo en Suecia.
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Alemania logró el Campeonato de Europa Sub-21 de la UEFA por primera vez con una contundente victoria por 4-0 contra Inglaterra para hacerse con el título de un torneo memorable.
El torneo de Alemania se basó en la fortaleza de su defensa con un papel brillante de su portero Manuel Neuer y de los centrales Jerome Boateng y Benedikt Höwedes contribuyendo a que los equipos rivales sólo consiguieran marcarles un solo gol en todo el torneo. Pero en la final fue la destreza del centrocampista Mesut Özil la que decantó el encuentro de parte de Alemania. El jugador de 20 años anotó un gol y sirvió otros dos y, de este modo, Alemania completa su particular 'hat-trick' de títulos, añadiendo el Campeonato Sub-21 a las coronas de campeones sub-19 y sub-17 que ya lograron en los once meses anteriores.
Si Alemania se llevo a casa el trofeo, Suecia también tuvo motivos para celebrar. Los locales fueron eliminados en semifinales pero deleitaron a todo el país con las grandes actuaciones de Marcus Berg, quien anotó siete goles en todo el torneo, marcando los tres primeros en la victoria por 5-1 contra Bielorrusia en el primer partido del Grupo A.
En el otro partido de ese día, Serbia e Italia empataron a cero pero los italianos tomaron el mando el grupo al batir a los locales por 2-1 tres días después. Un empate a cero entre Bielorrusia y Serbia significaba que Suecia e Italia sólo tenían que empatar sus partidos para clasificarse para las semifinales, aunque ambas consegurían la victoria. Italia derrotó por 2-1 a Bielorrusia y se hizo con el primer puesto del grupo, mientras que en el otro encuentro Berg hizo un doblete y Suecia derrotó por 3-1 a Serbia.
Por su parte, Alemania e Inglaterra fueron los clasificados en el Grupo B. El equipo de Stuart Pearce se sobrepuso al debutante en la competición, Finlandia, por 2-1 en el partido inaugural. A pesar de la expulsión de Michael Mancienne, mostró sus credenciales al título derrotando a España por 2-0 y se alzó con la primera posición. Alemania debutó con un empate sin goles contra los españoles y después derrotó a un equipo de Finlandia que lo puso en graves problemas, aunque finalmente logró el triunfo por 2-0.
Esto dejaba a los chicos de Horst Hrubesch a falta de un punto frente a Inglaterra para clasificarse y lo lograron en Halmstad gracias a un tiro a los cinco minutos de Gonzalo Castro. Inglaterra hizo diez cambios con respecto al equipo que había ganado a España pero aún así logró empatar el partido gracias a un cabezazo de Jack Rodwell en el minuto 30'. España logró derrotar a Finlandia en su último compromiso pero ambas fueron eliminadas.
Para desgracia de la afición local, Suecia se quedó fuera de forma dramática en su primera semifinal. Inglaterra se adelantó aprovechando los errores suecos a balón parado, y llegó al descanso con una clara ventaja de 3-0 gracias a los goles de Martin Cranie, Nedum Onuoha y Mattias Bjärsmyr en propia portería. Sin embargo, Suecia remontó de forma sorprendente con otros dos tantos de Berg, y uno más de Ola Toivonen, que forzaron la prórroga.
La expulsión de Fraizer Campbell declinó ligeramente la balanza en favor de Suecia, pero la selección anfitriona no supo sacar provecho de jugar en superioridad. Inglaterra había perdido ante Holanda en los penaltis en esta misma fase en 2007, pero esta vez, sus jugadores supieron llevar mejor los nervios, y la selección alcanzó su primera final desde 1984 después de que el lanzamiento de Guillermo Molins se estrellara en el larguero.
A Inglaterra se le unió en la final Alemania, que había conseguido eliminar en semifinales a Italia al vencer por 1-0 gracias a un disparo lejano de Andreas Beck en el minuto 47 y a las heroicas paradas de Neuer. La selección azzurrini dominó durante la primera mitad, y Neuer tuvo que detener en dos ocasiones peligrosos remates de cabeza de Marco Motta, pero una vez más, la defensa alemana se mostró firme.
En la final de Malmö, el conjunto de Horst Hrubesch demostró que también podía atacar. Castro puso en ventaja a los alemanes en el minuto 23, antes de que Özil batiera al portero Scott Loach con un lanzamiento de falta desde 35 metros tres minutos antes del descanso. Dos goles al final de Sandro Wagner pusieron el broche a una impresionante actuación, que dio a Alemania un título que se le había resistido durante mucho tiempo.