2011: Pomares ayuda a retener la corona
lunes, 1 de agosto de 2011
Resumen del artículo
España demostró que su triunfo en el torneo de 2010 no fue una anécdota al revalidar el título gracias al tanto en el descuento de la joven delantera de 15 años.
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Un año después de ganar el Campeonato de Europa Femenino Sub-17 de la UEFA ante la República de Irlanda por 4-1 en los penaltis, España retuvo su corona en el Stade Colovray de Nyon venciendo por 1-0 a Francia gracias a un gol en el tiempo de descuento de Alba Pomares.
El entrenador español Jorge Vilda dijo que: "Ganar el torneo supone una gran sensación después del largo viaje que hemos realizado". Este viaje hacia el título se inició en otoño de 2010 tras dos rondas de clasificación, que tuvieron en total 84 encuentros protagonizados por los 41 países participantes.
En el mes de julio sólo quedaban cuatro. El vigente campeón vio cómo Holanda se quedaba fuera en una dura competencia por entrar en una fase final que las españolas pisaron por tercer año consecutivo en tierras suizas. A ellos se les unió Francia, cuyo único tropiezo en la fase de clasificación fue una derrota por 2-3 ante Suecia.
Alemania, que consiguió el pase directamente a la segunda ronda de clasificación, se tuvo que enfrentar a Finlandia, Rusia y Dinamarca para seguir siendo el único país que ha llegado a las cuatro fases finales del torneo. Mientras tanto, el combinado islandés llegaba por primera vez a las semifinales de una competición de la UEFA. Y lo hizo con una marca impresionante de 37 goles y tras vencer a Suecia, Italia e Inglaterra en una fase de clasificación perfecta.
Sin embargo, el debut de Islandia en la fase final no fue el mejor y cayó por 4-0 ante España en las semifinales. Alexia Putellas hizo un doblete después que Marina García abriese el marcador a los doce minutos, mientras que Glódís Perla Viggosdóttir se hizo un gol en propia en la segunda mitad para sellar una clasificación en la que Pomares construyó tres de los goles españoles.
Alemania cayó por segundo año consecutivo en las semifinales en un encuentro de muchos nervios ante Francia, que finalmente consiguió el pase ante un rival que siempre le había derrotado. Lina Magull puso al combinado teutón dirigido por Ralf Peter por delante, pero los goles de Claire Lavogez y Lydia Belkacemi dieron la vuelta a un marcador que volvió a las tablas a doce minutos del final con la diana de Annabel Jäger en un tramo muy emocionante. En la consiguiente tanda de penaltis se llegó a la muerte súbita en la que Jäger tuvo la opción de dar la victoria a Alemania, pero mandó la pelota fuera, al igual que la capitana Melanie Leupolz. La que no falló fue Meryll Wenger, que decidió la final en el sexto lanzamiento.
Jäger se redimió en el partido por el tercer y cuarto puesto contra Islandia, ya que ella y su compañera Lina Magull anotaron tres goles cada una para terminar como máximas realizadoras del torneo. Sara Däbritz y Leupolz también colaboraron para confirmar el abultado triunfo por 2-8, mientras que Telma Thrastadróttir y Aldís Kara Lúdvíksdóttir maquillando el orgullo de las islandesas con dos buenas definiciones.
Entonces, en el clásico caso de dos excelentes equipos que no ofrecían cuartel, Francia y España protagonizaron una gran final ante todos los aficionados desplazados hasta el Stade Colovray en una cálida tarde de verano. Con el tiempo casi cumplido y con el 0-0 en el marcador, parecía que la prórroga era la única opción pero entonces llegó el gran momento de la final.
Fue la capitana de España Gema Gili que, de tacón, dio un espectacular pase a Pomares para que la jugadora de 15 años se sacara un potente disparo desde el borde del área ante el que nada pudo hacer la guardameta francesa Solène Durand, y que supuso la alegría para todos los aficionados españoles y el punto y final de un entretenido torneo.