Inglaterra estrena su palmarés

El Campeonato de Europa Femenino de la Sub-19 de la UEFA de 2009 fue un importante paso para este torneo ya que Bielorrusia organizó la primera fase final de la competición, que además no decepcionó. A lo largo de los 13 días la competición superó muchos de sus números, como una victoria por nueve goles de diferencia, una asistencia de público récord, y, sobre todo, una octava selección inscribiendo su nombre en el trofeo.

Días antes del comienzo de la fase final, la mayoría de los expertos apuntaban a Alemania, cinco veces campeona, como clara favorita, pero una Suiza inspirada y comandada por su entrenadora,  Ramona Bachmann, eliminó a las teutonas. Francia y la selección anfitriona completaron este disputado Grupo A, mientras en el B lograron la clasificación para semifinales Suecia e Inglaterra.

Inglaterra arrancó el torneo con mucha fuerza y endosó tres goles a Suecia en el primer encuentro de su fase de grupos, pero la historia indica que las inglesas no podían confiarse en la gran final, donde volvieron a enfrentarse a las suecas. En la edición de 2005 Rusia se sobrepuso a una derrota por 4-0 ante Francia para acabar levantando el trofeo ante las galas en la tanda de penaltis, mientras en el año anterior España se recuperó de una dura goleada ante Alemania por 7-0 para vencer más tarde por 2-1. Sin embargo, no se dio la sorpresa en Borisov, y los goles en la primera parte de Toni Duggan y Jordan Nobbs dieron a Inglaterra el título en este Europeo femenino sub-19.

Además, el torneo dejó muchos datos que se han establecido como récords de la competición. Unos 4.500 espectadores acudieron a disfrutar de la gran final del torneo, mientras un total de 40.000 personas presenciaron algún encuentro de la fase final, casi el triple que en la última edición en 2006, cuando acudieron 14.773 personas.

Este dato supuso una cierta consolación para los anfitriones, que finalizaron su participación con una derrota récord por 9-0 ante una Alemania que no logró su pase para las semifinales. Inglaterra, además, se convirtió en la primera selección que levanta el torneo sin encajar ningún tanto.