Diez jugadoras a seguir
domingo, 12 de junio de 2011
Resumen del artículo
El Campeonato de Europa Femenino Sub-19 de la UEFA celebrado en Italia tuvo algunas actuaciones fantásticas. Los reporteros de UEFA.com han elegido a los diez talentos emergentes del torneo.
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El Campeonato de Europa Femenino Sub-19 de la UEFA celebrado en Emilia-Rogmana, en el noreste de Italia, tuvo algunas actuaciones individuales fantásticas. Los reporteros de UEFA.com han elegido a los diez talentos emergentes del torneo, cinco de los cuales disputaron la gran final.
Pascale Küffer (Suiza)
Las actuaciones en la fase de grupos de Küffer dejaron a su seleccionador Yannick Schwery lleno de orgullo, especialmente tras el empate a cero ante Rusia que permitió la clasificación suiza para las semifinales, cuando detuvo todo tipo de disparos. "Nos salvó", comentó acerca de la guardameta de 18 años que realizó una espectacular parada en un lanzamiento de falta de Ksenia Veselukha en el descuento. En la semifinal Küffer encajó después siete disparos a puerta y Alemania acabó por sentenciar en la segunda parte.
Maria Thorisdottir (Noruega)
El ritmo y los movimientos noruegos se llevaron todo el protagonismo, pero fue la disciplina de Thorisdottir delante de la defensa la que permitió la libertad de sus compañeras. La centrocampista del Klepp IL cubrió todo el campo y permitió que Andrine Hegerberg y Cathrine Dekkerhus pudieran crear peligro con sus movimientos ofensivos. Lo hizo siempre con una sonrisa a medida que avanzaba el torneo, aunque al final no pudo levantar el trofeo.
Chantal Fimian (Suiza)
Antes de las semifinales Schwery comentó que su equipo tenía que lidiar con la ausencia de Chantal Fimian en el corazón de la defensa, algo de lo que se aprovechó Alemania para derrotar a las helvéticas por 3-1. En el tercer partido de la fase de grupos ante Rusia, Fimian, de 17 años, tuvo que retirarse en el 14’ tras una lesión que cortó su participación en el torneo, pero la jugadora del Grasshopper Club demostró ante Bélgica y ante Italia un gran posicionamiento, técnica y tranquilidad.
Luisa Wensing (Alemania)
Siempre presente en las alineaciones alemanas, Wensing dejó patente su intimidante presencia en la línea defensiva gracias a su fuerza y a sus condiciones atléticas. Incluso salvó a su equipo ante Holanda salvando un balón en la misma línea de gol. Además su poderío le permitió correr la banda y sacar provecho de su juego aéreo, algo que Noruega comprobó en la gran final. Al parecer la jugadora del FCR Duisburg 2001 no sólo inspira el miedo a sus rivales, sino también a sus compañeras en el tenis de mesa.
Martina Rosucci (Italia)
Única superviviente de la Italia campeona en 2008, Rosucci fue la líder de su combinado en Emilia-Romagna. En una posición poco familiar para ella, según las órdenes de Corrado Corradini, alternó con Lisa Alborghetti las bandas del combinado transalpino. Fue la primera en comenzar la presión cuando su rival atacaba y se mostró como la italiana de mayor calidad en el centro del campo, dando lo mejor de sí misma cuando su equipo lo necesitaba. Dio a Elisa Lecce y a Coppola las asistencias de los dos goles de Italia en la semifinal, donde cayó por 2-3.
Isabella Schmid (Alemania)
La gran virtud de Alemania fue la velocidad con la que superó a sus rivales. Y gran culpa de ello la tiene su centro del campo, liderado por Schmid, una jugadora que demostró sus conocimientos tácticos, un gran posicionamiento y mucho despliegue físico. Marcó el ritmo de los partidos y repartió juego. Además cuenta con un disparo letal, como demostró con sus tres goles en esta fase final, todos marcados ante Noruega (dos en la final y uno en la fase de grupos).
Ramona Petzelberger (Alemania)
Catalogada como el nuevo y más excitante talento alemán, Petzelberger no decepcionó a pesar de que marcó en la fase de grupos. Dotada de un encanto especial para el gol, a la atacante del SC 07 Bad Neuenahr le gusta caer a las bandas y buscar la profundidad. La ganadora del Campeonato de Europa Femenino Sub-17 de la UEFA decidió en las semifinales. Su inteligente pase a Eunice Beckmann permitió que Alemania restaurase su ventaja antes de dejar su huella en la final con un tanto. Fue la guinda a su "gran torneo", dijo su seleccionadora Maren Meinert.
Tessa Wullaert (Bélgica)
Habilidosa mediapunta con un gran control de balón y visión de juego, Wullaert fue una de las jugadoras más inspiradas en Emilia-Romagna. Trabajadora y letal en el ataque, la belga de 18 años se encontró a gusto con libertad en el centro del campo, donde demostró su calidad. Sus duros disparos lejanos y sus mágicos pases en situaciones imposibles hacen de esta jugadora una alegría para los sentidos. Especialmente bonito fue el pase que permitió a Justine Vanhaevermaet marcar ante Rusia.
Melissa Bjånesøy (Noruega)
Hace 18 meses Bjånesøy no estaba en el radar del fútbol femenino, pero entonces el seleccionador Jarl Torske decidió llevarla a una concentración en La Manga, España. Desde entonces la noruega ha marcado 19 goles en 21 encuentros para el combinado sub-19, incluyendo siete en Emilia-Romagna para 13 en el global del torneo. Sólo la rusa Elena Danilova ha marcado más goles en la historia del torneo. Sus cambios de ritmo y sus inteligentes desmarques causaron más de un problema a las zagas rivales. "Ella es increíble", comentó Torske. Muchas defensas seguro que dicen lo mismo.
Katia Coppola (Italia)
Sólo tres minutos tardó Coppola en marcar el primero de sus tres goles en el torneo. Fue en la victoria por 2-1 ante Rusia en el Grupo A, cuando la pequeña atacante demostró su oportunismo y su velocidad de reacción tras un rechace del portero. Pero el repertorio de Coppola también incluye el disparo, como el que soltó para marcar el tanto de la victoria ante Suiza y el gol ante Noruega en la derrota italiana en semifinales.