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La experiencia es un grado

Las oficiales del Campeonato de Europa Femenino Sub-19 de la UEFA, que se acerca a la gran final, acumulan valiosas vivencias que mejoran su trabajo y ayudan en la toma de decisiones.

Morag Pirie habló con UEFA.com en Cervia
Morag Pirie habló con UEFA.com en Cervia ©Sportsfile

Cervia es una ciudad soleada y repleta de bonitas playas y vida nocturna, pero en los últimos días es noticia por acoger la fase final del Campeonato de Europa Sub-19 de la UEFA, y nada puede distraer de su trabajo a la árbitro escocesa Morag Pirie.

La oficial de 35 años es miembro del equipo de arbitraje de la fase final compuesto por nueve personas, entre las que se encuentran seis árbitros, ocho asistentes, y dos cuartas árbitro del país anfitrión, Italia. Pirie cree que el grupo ha encajado desde el principio: "Hay una mezcla de edades, experiencia, diferentes culturas y lenguajes. Es bueno estar aquí y comprobar cómo otras árbitros ofician partidos en sus países, el nivel de fútbol que tienen, lo que hacen en sus vidas...Hay gente de una amplia variedad de carreras, desde profesoras o contables hasta estudiantes. Formamos un buen grupo de personas".

La propia Pirie ejerce un trabajo de contable que compagina con el de árbitro en la cuarta división escocesa y en la Highland League, y con sus frecuentes compromisos internacionales con la UEFA. La escocesa cree que las dos ramas de su doble vida se complementan entre sí. "Mi experiencia en el arbitraje me ayuda personalmente a relacionarme con la gente y a tratar con situaciones estresantes o inesperadas. Tengo que admitir que algunos clientes me han dicho que tienen miedo de mí porque saben que soy árbitro y piensan que no pueden decirme nada sin que les grite. No grito nunca fuera del terreno de juego, de hecho creo que soy una persona muy agradable", dijo.

Esto ha ayudado a la creación de un buen ambiente entre el equipo de oficiales cuyo torneo comenzó ya a mediados de mayo con una reunión previa a la fase final en Nyon. Esta última es una nueva iniciativa, tal y como explicó el miembro del Comité de Árbitros de la UEFA y observador arbitral, Bo Karlsson: "Por supuesto comenzamos esto porque uno no quiere estar dando instrucciones el día antes de su primer partido. Nuestro objetivo ha sido dejar que el juego fluya. Es fácil de decir pero requiere un gran entendimiento para decidir lo mejor para el partido. Es importante que estos torneos no sean sólo uno para las oficiales".

Pirie es una prueba de este compromiso. Fue árbitro el pasado año en el Campeonato de Europa Femenino Sub-17 de la UEFA y saboreó su primera fase final en el sub-19 como asistente en 2006. "Fue una gran experiencia, crecí como árbitro. El torneo ha cambiado en sí mismo. Tenemos nuestro propio entrenador físico y un fisioterapeuta todo el rato. Los estándares del arbitraje son más altos pero creo que esto sigue los pasos del fútbol femenino. La forma en la que entrenan a los árbitros también es mejor", subrayó.

Si en 2006 adquirió una gran experiencia, el momento crucial de Pirie llegó en julio de 2005 cuando fue llamada para ser árbitro asistente en el partido entre el Anorthosis Famagusta FC y el FC Dinamo Minsk correspondiente a la primera fase de clasificación de la UEFA Champions League. "Es algo que nunca me hubiese imaginado cuando empecé a arbitrar a niños menores de 14 años un domingo por la mañana, con un frío horrible y a punto de llover. De repente me veo dirigiendo partidos por toda Europa y encontrándome con árbitros de gran prestigio como Bo Karlsson y Pierluigi Colina. Está siendo una experiencia fantástica", explicó Pirie.

"Hay que tener un gran aprecio y admiración por estos hombres ya que lo han dado todo y ahora está transmitiendo sus conocimientos. Hay que absorber tanta información como sea posible", concluyó la oficial de 35 años.

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