Trabajado pase a la gran final

En un emocionante encuentro disputado en el Sportpaleis de Amberes, Italia se ha impuesto 3-4 a Portugal en la primera de las semifinales. Así pues, los de Roberto Menichelli jugarán el partido decisivo del sábado.

Portugal tenía que despejar todos sus fantasmas si quería estar en la gran final del sábado. Y es que los lusos no habían sido capaces de derrotar a Italia en sus siete enfrentamientos previos en grandes torneos. Sin ir más lejos, los transalpinos eliminaron a los de Jorge Braz en la última cita continental y en la pasada Copa del Mundo de Fútbol Sala de la FIFA.

Por si acaso, Gabriel Lima se encargó de recordárselo, anotando el 0-1 antes de cumplirse el primer minuto de juego. Saad sacó un córner desde la derecha y Lima superó a Benedito con un potente lanzamiento. Los lusos se hicieron con el control del partido a partir de entonces, aunque no sabemos cuánta culpa de eso tuvo una Italia a la que no le importa ser dominada.

Ricardinho fue quien personalizó ese dominio portugués, y el habilidoso '10' estrelló un balón en el palo en el 5' tras una buena jugada personal. Minutos después, el zurdo de Gondomar falló una clara ocasión ante Stefano Mammarella. Pero no se rindió el jugador de Inter F.S. y en el 13' hizo el 1-1 con un disparo que rebotó en un defensa italiano para despistar lo suficiente a Mammarella.

Y antes de llegar al descanso, en el 28', Arnaldo se hizo con un balón muerto en los doce metros para superar a Mammarella con su pierna izquierda. Con el 2-1 a favor de Portugal se llegó al descanso en el impresionante Sportpaleis de Amberes.

Como ya hiciera en el primer acto, Italia salió con más convicción, y en el 23' Romano mandó a la red un buen pase de Lima para hacer el 2-2. Pudo recuperar Portugal la ventaja acto seguido, pero Leitão estrelló la pelota en el palo con todo a su favor. Massimo De Luca también se topó con el palo en el 28’. Hasta en eso estaba igualado el partido.

Lima deshizo la igualada en el 31', batiendo entre las piernas a un André Sousa que ocupaba la meta lusa desde el paso por vestuarios. El partido era vibrante, intenso y disputado, muy digno de una semifinal continental. Además, las dos aficiones mantenían un bonito duelo desde las gradas.

Y Fortino, en el 35', marcó un espectacular tanto con la izquierda para poner a Italia con 2-4 a su favor a falta de cinco minutos para el final. Pero Joel Queirós recortó distancias de inmediato con un disparo que tocó en dos italianos antes de besar la red de Mammarella. Los de Braz jugaban ya con portero-jugador.

A pesar de gozar de alguna ocasión para lograr el empate, Portugal no estuvo acertado en los compases finales y no pudo evitar la clasificación de Italia para la gran final del torneo.