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Souness recuerda el hito del 78

La segunda Copa de Europa consecutiva del Liverpool llegó en el estadio de Wembley. El que fuera centrocampista del equipo inglés ha querido revivir con UEFA.com aquella noche mágica.

Todos los pronósticos apuntaban al Liverpool FC después de clasificarse para la final de la Copa de Europa de 1978, el equipo red había ganado la edición anterior del torneo y delante tenia al Club Brugge KV, club que disputaba su primera final además en territorio inglés, en Wembley.

Al final hubo que esperar al minuto 65 cuando Graeme Souness asistió a su compatriota escocés, Kenny Dalglish, quien hizo el único tanto del encuentro ante el equipo de Ernst Happel. No fue una gran sorpresa entonces pero, como declaró a UEFA.com, fue un gran hito para el centrocampista Souness, que había llegado del Middlesbrough FC en enero de ese mismo año.

Graeme Souness
Fue un sueño hecho realidad. Recuerdo que la final del 1977 ante el VfL Borussia Mönchengladbach en Australia. La seguimos desde un bar alemán llamado Woolongong y estaba lleno de australianos que no terminaron muy contentos por el resultado. Sin embargo, un año después yo estaba jugando en Wembley.

Se desprendía una sensación de invencibilidad en el equipo de Liverpool de aquella época. No había forma de perder aquel encuentro. Éramos los claros favoritos, éramos los vigentes campeones. De unos 95.000 aficionados que había en el campo, unos 85.000 seguidores serían del Liverpool.

En aquella época el Liverpool estaba acostumbrado a disputar grandes finales como la de Wembley. Otros equipos se hubiesen concentrado en un buen hotel durante tres o cuatro días para prepararse de cara al partido. En nuestro caso simplemente nos reunimos el viernes ya que era como cualquier otro encuentro a domicilio para nosotros.

El Brujas empezó bastante nervioso, poniendo a muchos hombres por detrás del balón y así estuvieron durante los 90 minutos. Nosotros dimos un paso al frente y fuimos a por el partido mientras que ellos apenas arriesgaron. Luego marcamos el gol e incluso ni por esas nos apretaron mucho. Eramos un gran equipo en aquellos momentos. Cuando disputábamos encuentros de competición europea dominábamos a nuestros rivales ya que éramos un conjunto muy bueno circulando y la pelota y Wembley es un campo propicio para ello.

En el momento del gol, recuerdo que recibí el balón a unos 16 metros de la portería. El balón estaba en el aire, la pelota empezó a caer y yo la controlé y la pasé en el momento adecuado, hacia la derecha. Entonces Kenny fue capaz de hacer fácil lo complicado y picó el balón ante la salida del portero. Fue un mano a mano con el guardameta y no había nadie mejor en estas situaciones que Kenny.

Después nos fuimos de vuelta al hotel con las esposas y las novias que nos estaban esperando y lo celebramos con champán. Entonces cogí mi medalla y fui a ver a mis padres y a mi casera, con la que vivía cuando estaba en Middlesbrough. Fui a verles a los tres y les desperté a una hora ridícula, pero se levantaron, pedí champán y bebieron conmigo. Fue un momento muy especial y estoy contento de haberlo vivido

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