Cómo Kasper Hjulmand ha unido a una nación detrás de Dinamarca en la EURO 2020

"Si no puedes gestionar la presión, no deberías ser seleccionador nacional". Esas fueron algunas de las primeras palabras de Kaspar Hjulmand cuando se hizo cargo de Dinamarca de cara a los partidos de la UEFA Nations League de septiembre de 2020 contra Bélgica e Inglaterra . "Tengo la visión de conseguir grandes cosas", añadió, nada más sustituir a Åge Hareide, "y estoy deseando ponerme en marcha. Haré todo lo posible por la selección y por Dinamarca".

Es difícil creer ahora que ha pasado menos de un año desde que Hjulmand asumió el mando, y una de las grandes sorpresas de su primera selección de Dinamarca fue la elección de Joakim Mæhle. El entonces lateral derecho de 23 años tenía poca experiencia en las categorías inferiores de Dinamarca y jugaba en Bélgica con el Genk. Avanzamos hasta julio de 2021 y Mæhle es una de las estrellas más brillantes de Dinamarca en la EURO 2020, un emblema de cómo ha evolucionado el equipo desde que Hjulmand asumió el cargo.

Hjulmand, que fue un exitoso entrenador de la liga danesa con el Lyngby y el Nordsjælland, no debería haber estado al frente de esta fase final. Estaba previsto que sustituyera a Hareide como seleccionador después de la EURO 2020, antes de que la pandemia de COVID-19 obligara a posponer el torneo hasta este año. Con los partidos de la Nations League y los partidos de clasificación para la Copa Mundial de la FIFA en el horizonte, Hjulmand asumió el cargo y se le encomendó la tarea de dirigir a Dinamarca también en esta EURO.

Heredó un equipo invicto en 34 partidos. En ese contexto, la introducción de nuevas ideas podría haber resultado controversial, pero Hjulmand rápidamente puso a los jugadores de su lado. Su equipo ha ganado y perdido desde que asumió el cargo, pero lo más importante es que es emocionante verlos y disfrutar de su fútbol después de una racha de actuaciones decepcionantes en la fase final. De hecho, la victoria por 4-0 en octavos de final contra Gales fue el primer triunfo de Dinamarca en la fase eliminatoria de un gran torneo desde que venció a Nigeria por 4-1 en la Copa Mundial de la FIFA 1998.

Hjulmand no sólo ha inspirado a los jugadores. En el año transcurrido entre su anuncio como sucesor de Hareide y su primera reunión con el equipo, Hjulmand no se limitó a reflexionar sobre cómo incorporar a Andreas Christensen, Simon Kjær y Jannik Vestergaard a la defensa de Dinamarca. También se puso en contacto con músicos, directores ejecutivos, el maestro de ceremonias real de Dinamarca y la ex primera ministra Helle Thorning-Schmidt, entre otros, para profundizar en la identidad nacional danesa.

Para él, el trabajo de seleccionador nacional es algo más que dirigir un equipo de fútbol, y tal vez el éxito actual de Dinamarca sobre el terreno de juego se deba a esos pensamientos y reflexiones serias fuera de él. Hjulmand trabaja duro, conoce su fútbol y tiene buenos jugadores a su disposición, pero sus logros se han derivado también de ganarse al país.

"No me motiva ponerme como objetivo quedar entre los seis primeros o llegar a los cuartos de final; eso es sólo fijarse objetivos", explicó antes de la victoria de Dinamarca en cuartos de final contra la República Checa. "Mi motivación, creo, viene de decir a los demás que sueñen en grande y que no tengan miedo de decir que esto es lo que soñamos. En nuestros sueños de la infancia, siempre acabábamos con el trofeo y hacíamos que la nación se sintiera orgullosa, pero para ello se necesita dedicación y trabajar muy duro. Sólo así se pueden hacer realidad los sueños".