Por qué el nuevo formato de la Europa League ha llegado para quedarse
lunes, 19 de mayo de 2025
Resumen del artículo
De paso hacia lo desconocido a historia de éxito instantáneo, la primera temporada del nuevo formato ya ha dado a la Europa League una sacudida de imprevisibilidad y emoción adicionales.
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A punto de cerrarse el telón en Bilbao, no es exagerado afirmar que la primera temporada de la Europa League con el formato renovado ha cumplido plenamente con todas las expectativas.
La 54ª edición de esta competición arrancó con una nueva imagen el pasado mes de septiembre, y el principal cambio fue una nueva fase liga única de 36 clubes. ¿El objetivo? Mayor competitividad, enfrentamientos más frecuentes entre los grandes de Europa y más partidos de alto riesgo desde el principio, lo que añade más importancia a cada partido y a cada gol.
Tras seis años de planificación, pruebas y consultas con las distintas partes interesadas, el nuevo formato ya ha demostrado su valía. Eso quedó más claro que nunca en la frenética última noche de la fase liga en enero, cuando los partidos de los 36 equipos comenzaron simultáneamente con mucho por jugar.
Partidos de alto calibre y muchas sorpresas
La mayor variedad de partidos también ha dado a los equipos más posibilidades de sumar puntos. Mientras que la antigua fase de grupos ofrecía un total de 48 enfrentamientos diferentes, la nueva fase liga ofrece un total de 144 encuentros únicos, en los que cada equipo se enfrenta a ocho rivales distintos, en lugar de tres. El Viktoria Plzeň checo fue un buen ejemplo de ello: venció a la Real Sociedad y empató a domicilio contra el Eintracht Frankfurt en su camino hacia la fase eliminatoria, en la que se impuso a la Lazio, que había terminado primera en la fase liga, en unos octavos de final de infarto.
"El calendario de la nueva fase liga se presenta mucho menos rutinario, propiciando sorpresas en cada jornada".
El aumento de los partidos de alto voltaje entre equipos poderosos también dio mucho que hablar, y no defraudaron. El empate a 3-3 entre el Manchester United y el Porto y la victoria por 3-2 del Galatasaray contra los Spurs fueron sólo dos de los muchos partidos vibrantes.
El aumento de la imprevisibilidad hizo que la competición fuera más dinámica y que un comienzo complicado no impidiera a los equipos darlo todo hasta el final. Un ejemplo de ello fue el PAOK griego, que sólo sumó un punto en sus cuatro primeros partidos. Llevaba cuatro temporadas en la Europa League sin alcanzar la fase eliminatoria, pero nueve puntos en sus tres siguientes compromisos le auparon a los play-offs.
Los datos apuntan a un mayor equilibrio competitivo
Todos estos factores también condujeron a un mayor equilibrio competitivo, destacado por un aumento del 25% en los puntos por partido para los equipos peor clasificados del Bombo 4, que pasaron de 1,06 en el ciclo anterior (2021-2024) a 1,33. Del mismo modo, los equipos del Bombo 1 obtuvieron una media de 1,89 puntos por partido, frente a los 2,08 anteriores, lo que redujo la diferencia entre los clubes mejor clasificados y los peor clasificados de 1,02 puntos por partido en los tres años anteriores a tan solo 0,56.
Estas y otras cifras llevan a la misma conclusión: el nuevo formato ya está cumpliendo sus ambiciosos objetivos, dejando a clubes, jugadores, aficionados y socios comerciales entusiasmados con el futuro. "Estamos convencidos de que será un éxito rotundo que eclipsará todo lo que hemos conseguido en el pasado", afirma Marchetti. "Este formato ha llegado para quedarse".
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