Røddik Hansen y su vida en el Barcelona

El equipo masculino del Barcelona quedó eliminado por la Juventus el miércoles, por lo que el club no se pudo asegurar una plaza en las semifinales de la UEFA Champions League esta temporada.

Sin embargo y por vez primera, el Barcelona jugará unas semifinales de la UEFA Women's Champions League y lo hará recibiendo en casa en el partido de ida el sábado al Paris Saint-Germain. A diferencia del conjunto masculino, el equipo femenino del Barça está formado por un gran núcleo español a excepción de la brasileña Andressa Alves y de la defensa danesa Line Røddik Hansen.

Hansen, de 29 años, firmó por el Barcelona el pasado verano tras militar la primera parte de 2016 en el Lyon, y después de ayudar al equipo azulgrana a eliminar a su exquipo, el Rosengård, dijo a UEFA.com como había sido su llegada al Barça y como es su vida como futbolista profesional.

Llegar a semifinales...

Significa todo para nosotras a alcanzar las semifinales. Como dicen aquí, es un momento histórico, porque el Barcelona femenino nunca había superado los cuartos de final. Llegar a las semifinales es especial y es histórico. Esto significa mucho para el club porque el fútbol femenino va a más y cada vez atrae más atención, y porque son más profesionales. Esto está creciendo. Tal vez llegar a las semifinales no era nuestro principal objetivo, pero al haberlo logrado, se ha demostrado que podemos seguir creciendo como equipo.

El fichaje por el Barcelona...

Estaba en Lyon y era muy feliz allí, pero entonces el Barcelona se puso en contacto conmigo y me dijeron que estaban muy interesados en mí. El Lyon lo entendió y acordamos que era un buen paso y un lugar ideal para mí si quería mejorar. Me gustaba la ida de tener la oportunidad de jugar un papel más importante y tener más responsabilidad en el terreno de juego, y por lo tanto, crecer como jugadora. Encima de eso, el Barcelona estaba interesado en mí.

El futbol femenino en España ha crecido mucho, y tuve la sensación de que sería interesante formar parte de eso. Tiene un buen equipo y buenas instalaciones. Había muchas cosas que me convencieron de que el Barcelona sería un sitio ideal para mí.

El Barcelona juega su primera semifinal©Getty Images

Aclimatación a España...

Cuando llegas a un nuevo país, con un nuevo idioma y una nueva cultura, tanto en términos de fútbol como en general, creces mucho como persona. Te enfrentas a nuevos retos a los cuales nunca te has enfrentado.

He jugado en Suecia antes y estaba lejos de casa, pero aquí lo estoy aún más. Por otro lado, es un nuevo estilo de juego, lo cual me obliga a desarrollarme como jugadora. Aquí el fútbol es más rápido y técnico, y por la experiencia adquirida cada día, he crecido cada vez más. Al menos eso es lo que me han dicho.

Vida de futbolista profesional...

Uno de los mayores problemas en Dinamarca es que las jugadoras tienen que tener un trabajo a tiempo completo fuera del fútbol. Para jugar en la selección nacional debes de ser profesional y centrarte en el fútbol, pero se necesita otro trabajo para salir adelante. O tienen que acabar pronto su educación porque su beca no durará mucho tiempo. Estas cosas no deberían ser un problema para una futbolista profesional.

No sé si puede decirse que son profesionales. No pueden centrarse al cien por cien en su carrera. Esa es una de las principales cosas que se necesitan mejorar. Las jugadoras requieren la oportunidad de centrarse en sus carreras. Estoy contenta de marcharme e irme al extranjero ya que así podría dedicarme plenamente al fútbol, aunque he estudiado mucho, pero no de una manera estresante porque sabía que mi vida no iba a depender de ello. Pero se necesita una mejora. Y necesitamos más atención, que los medios de comunicación estén con nosotras. Así tendremos una mayor visibilidad.

Sobre su etapa en el Lyon...

Aunque he estado allí cinco o seis meses, pasaron muchas cosas. Fue genial forma parte de ese club e intentar jugar lo mejor posible. Quizás ahora estén todavía mejor. Lamentablemente no pude jugar la Champions League [ya había jugado con el Rosengård] y me sentí extraña al haber ganado el trofeo sin haber podido jugar. Pero ser parte de ese equipo que ganó todo fue algo simplemente maravilloso.

Dicho esto, una vez más, sentí presión porque me marché de Suecia y tuve que volver a adaptarme a nuevo estilo de juego que también era más rápido y técnico. Realmente tuve que trabajar duro cada día, en casa sesión de entrenamiento, ya que de lo contrario no habría tenido ninguna oportunidad de poder jugar con el equipo.