Informe técnico de la UEFA Women's Champions League 2022/23: reinas de la alta presión y la velocidad
martes, 15 de agosto de 2023
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La UEFA Women's Champions League 2022/23 fue otra campaña fascinante en la que el Barcelona conquistó su segundo título.
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La UEFA Women's Champions League 2022/23 fue otra campaña emocionante, que terminó con la victoria del Barcelona sobre el Wolfsburgo por 3-2 en un clásico encuentro en Eindhoven en la que el conjunto catalán conquistó su segundo título.
Los observadores técnicos de la UEFA han recogido algunas de las conclusiones más interesantes de la temporada, incluyendo el análisis de las jugadoras más rápidas, la efectividad de la presión alta contra un bloque bajo y las destacadas actuaciones de Aitana Bonmatí.
1) 3,5 goles por partido
Los 211 goles, a razón de 3,46 por partido, representan un ligero retroceso (4%) con respecto a la temporada anterior. En la fase de grupos se marcaron 177, y en las 13 eliminatorias, 34, aunque todos los partidos de ida de cuartos de final se saldaron con 1-0, tres de ellos a favor del equipo visitante.
Las impresionantes cifras del Barcelona (25 intentos de media por partido y 3,6 goles) sitúan al campeón muy por delante en cuanto a potencial ofensivo. Curiosamente, la Roma (18,8 intentos), el Lyon (18,6) y el Wolfsburgo (18) fueron sus rivales más cercanos, aunque el porcentaje tiros convertidos en gol del Lyon fue superado por todos los equipos de las rondas eliminatorias y por seis de los conjuntos que no superaron la fase de grupos. Sólo el Slavia de Praga y el Zúrich registraron promedios inferiores al 8% del vigente campeón.
El porcentaje de remates de cabeza entre los intentos de gol ofrece una indicación de los estilos de juego. El Wolfsburgo, que aprovecha las virtudes aéreas de Alex Popp (33% de sus intentos fueron de cabeza) y Ewa Pajor (38%), encabezó la clasificación por equipos con un 27%. Se situó por delante del Lyon, cuyo frecuente uso del centro desde el segundo palo hizo que el 25% de sus remates fueran de cabeza (al igual que el 41% de los intentos de la delantera Melvine Malard), mientras que el suministro del Chelsea a Sam Kerr influyó en su elevada media del 23%.
El resto de los equipos en rondas eliminatorias oscilaron entre el 15% del Arsenal y el 19% del Barcelona, mientras que los que cayeron en la fase de grupos arrojaron en general cifras más bajas, sobre todo el Benfica, cuya preferencia por los envíos bajos desde zonas amplias hizo que sólo el 6% de sus remates fueran de cabeza.
2) Presión alta contra bloques bajos
"Defender en campo contrario con una presión colectiva alta tuvo un claro impacto", comentaron los observadores técnicos, "con muchos equipos más valientes a la hora de mantener líneas altas que en la temporada anterior." Durante la fase de grupos, el 23% de los 130 goles en jugada abierta fueron resultado de jugadas de cinco pases o menos, con múltiples ejemplos de recuperaciones cerca del área contraria seguidas de uno o dos pases previos al remate.
El Arsenal, calificado de "equipo de contragolpe de alto nivel", marcó tres goles después de que el trabajo colectivo asegurase las recuperaciones -dos en el medio del campo y uno en el último tercio- durante su victoria por 1-5 contra el vigente campeón en Lyon, un resultado que conmocionó a todo el continente. "El Lyon confió en sus habilidades en el uno contra uno hasta el punto de dejar espacios", señalaron los observadores técnicos. Después de un punto en dos partidos, Sonia Bompastor rectificó esta faceta, permitiendo a su equipo clasificarse gracias a cuatro porterías a cero consecutivas.
Los marcadores abultados estimularon una fase de grupos en la que se marcaron 177 goles, lo que pone de relieve que los equipos, aunque dominen sus ligas nacionales, necesitan estrategias defensivas bien estructuradas cuando se enfrentan a la elite europea. Los mejores equipos a menudo tuvieron dificultades para perforar bloques defensivos bien organizados de medio a bajo. La victoria por 2-1 del Bayern de Múnich en casa contra el Rosengård fue mencionada por los observadores técnicos como un ejemplo de ello. El esquema 4-5-1 de Renée Slegers permitió al mediocampo visitante obstruir las líneas de pase hacia la delantera y restringió las oportunidades del Bayern de jugar entre líneas.
Aunque las germanas tuvieron el 69% de la posesión y el control general, Slegers comentó: "Nuestra organización en defensa fue muy buena. Cerramos los espacios por los que querían entrar y no nos comprometimos en exceso". Aunque el 39% de los goles en jugada abierta se marcaron contra bloques bajos o medios estructurados, el equipo sueco destacó el valor de la disciplina colectiva y el trabajo duro a la hora de implementar la defensa en un bloque bajo compacto.
3) Transiciones al ataque
Cuando los equipos de menor rango se enfrentaron a rivales de élite, el factor más importante fue tener cuidado a la hora de presionar. La combinación de una presión alta y unos bloqueos defensivos bajos dejaba a veces al equipo atacante sin espacio para penetrar tras una recuperación alta.
Durante la fase de grupos, sólo el 11% de los goles en jugada abierta pudieron atribuirse claramente a contraataques clásicos. La Roma, debutante en la competición, lo demostró en la victoria por 3-0 sobre el Slavia de Praga, que le dio el pase a cuartos de final. Pese a tener un 61% del balón, las jugadoras de Alessandro Spugna no lograron abrir brecha en el marcador hasta que culminaron con éxito un contraataque tras una recuperación cuando defendían su propia área, una faceta del juego que más tarde intentarían explotar en su choque de cuartos de final contra el Barcelona. En algunos partidos, señalaron los observadores, era evidente que los equipos más fuertes hacían intencionadamente señas a sus adversarios para que se adelantaran y se hicieran con el espacio necesario para un contraataque rápido.
4) Reinas de la velocidad
La temporada demostró que los puntos de referencia se están consolidando en la cima del fútbol de clubes, subrayando la relevancia de la velocidad y la resistencia en las descripciones de trabajo de todo el equipo. Seis de las diez mejores velocistas de la temporada anterior mantuvieron sus puestos en 2022/23, pero el énfasis en la velocidad por las bandas se diluyó ligeramente. A las puntas de lanza Ewa Pajor y Kadidiatou Diani se unieron dos fichajes del Barcelona. La atacante brasileña Geyse y Salma Paralluelo, una velocista de 19 años que aparcó una carrera en el atletismo para desarrollar una carrera en el fútbol.
Aunque algunos de los nombres seguían siendo los mismos, las jugadoras de banda adquirieron un cariz ligeramente distinto. Delphine Cascarino, por ejemplo, trabajó canales interiores en el ataque del Lyon, creando espacios para que la lateral derecha Ellie Carpenter se convirtiera en protagonista por la banda. La jugadora del Wolfsburgo Sveindís Jónsdóttir, como demostró en la final, actuó más como interior que como extremo.
La velocidad en ataque requiere velocidad en defensa, como demuestra la presencia en la lista de la central del Wolfsburgo Kathrin Hendrich. Por segunda temporada consecutiva, Laurina Fazer, centrocampista del París Saint-Germain, también superó los 30 km/h en sus tareas de 'box-to-box', que incluían actividad en la presión alta del equipo.
La velocidad máxima de la temporada, sin embargo, correspondió a la extremo derecha del Barcelona Caroline Graham Hansen, que marcó 32,4 km/h durante el partido en casa de cuartos de final contra la Roma. "Es una jugadora de gran valor", comentó Joe Montemurro después de ver su decisiva contribución en la semifinal contra el Chelsea. "Tiene velocidad y calidad, y algo proactivo va a suceder cuando reciba el balón en la banda o en el canal entre el lateral y el central. Ya sea corriendo con el balón o haciendo combinaciones astutas dentro y alrededor del área, es una amenaza constante".
5) Jugadora de la Temporada: Aitana Bonmatí
Los cinco goles y las ocho asistencias de la centrocampista del Barcelona supusieron una contribución goleadora superior a la de cualquier otra jugadora de la competición. Pero Aitana Bonmatí no fue sólo eso. La observadora técnica de la UEFA Gemma Grainger, que la observó en acción en el partido de ida de semifinales contra el Chelsea en Stamford Bridge, la vio "dictando el tempo, exigiendo el balón para asegurar que el Barcelona dominara la posesión y, con un gran entendimiento con las compañeras, enlazando muy bien con Mariona Caldentey".
Joe Montemurro, observador técnico del partido de vuelta en el Camp Nou, añadió: "Trabajó desinteresadamente para recuperar el balón y hacer que las cosas sucedieran de forma proactiva. Su influencia cuando el Barcelona tiene la posesión y su posicionamiento sin balón son una delicia".