McAllister recuerda el Liverpool - Alavés
jueves, 11 de junio de 2020
Resumen del artículo
Casi han pasado dos décadas desde la victoria del conjunto inglés sobre el modesto club vitoriano en la final de la Copa de la UEFA, y el exfutbolista escocés recuerda aquella espectacular noche en Dortmund.
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Cuerpo del artículo
Hoy se cumplen 19 años de la increíble final de la Copa de la UEFA jugada entre el cuatro veces campeón de Europa, el Liverpool, y el modesto Alavés en Dortmund.
Europa no había visto nada igual desde la década de los 50, cuando el Real Madrid dominaba en el continente. Los equipos empataron a cuatro en el tiempo reglamentario, y a falta de cuatro minutos para los penaltis el lateral del Alavés, Delfí Geli, marcó de cabeza en su propia portería. Un 'gol de oro' que permitó al Liverpool completar su único triplete de Copa de la Liga, FA Cup y Copa de la UEFA.
El jugador de 36 años Gary McAllister estaba entre las estrellas de aquel Liverpool, y en la final marcó un gol de penalti y dio las asistencias de los otros tres tantos ingleses, incluyendo la falta en la que Geli se marcó el fatídico gol. El ex internacional escocés nos habla sobre aquella final.
Gary McAllister
Hay partidos por los que me puedes preguntar y no me acuerdo de lo que pasó, pero ésta fue una noche especial para mí porque era un jugador veterano al final de mi carrera y vivía solo este sueño increíble. El Liverpool se asocia con conseguir títulos, pero éste fue especial, era la ocasión de lograr el triplete. Eso es lo que nos recalcó Gérard Houllier. Su preparación fue excelente, y no dejó un cabo suelto.
Desde que el árbitro comenzó el partido, puedo recordar que nunca he sentido algo así. El único partido que me trae recuerdos similares es cuando el Leeds jugó ante el Rangers en la Copa de Europa (1992). El ambiente que se vivía en las gradas hacía que todos mis pelos (no tenía mucho por entonces) se erizaran. Teníamos que cumplir un sueño. Creía que podíamos salir ahí y ganar tres o cuatro cero, pero no imaginaba lo que pasó.
Hay períodos en tu carrera, o simplemente partidos, de los que puedes recordar, que te sentías intocable. Consigues ese tipo de sensación de que cada pase que vas a intentar va a encontrar su destino. Tiene que ver con la confianza. Yo sabía dónde me encontraba en esta etapa de mi carrera, y estaba buscando disfrutarlo y simplemente amar cada segundo de juego.
Y era capaz de hacerlo porque tenía bastante experiencia. Cuando eres joven estos partidos a veces pasan de largo. La gente debe haber estado mirando y pensando: "¿De dónde viene su energía?". Pero la adrenalina provenía de mis compañeros y de la ocasión. Aunque no se hubiera producido el gol de oro, podría haber estado corriendo durante otra media hora, y lo habría soportado, porque la adrenalina que corría por la sangre y los huesos era increíble.