Oberdorf, de Alemania, lista para dejar huella en Wembley

A pesar de su rico pedigrí en esta competición, Alemania saltará al campo de Wembley para la final de la EURO Femenina de la UEFA 2022 habiendo silenciado a muchos de los que dudaban. Las ocho veces ganadoras fueron descartadas por muchos antes de que comenzara el torneo, pero un feroz esfuerzo colectivo las ha llevado a la cúspide de la historia una vez más, y una de las piezas más valiosas de su maquinaria ha sido la centrocampista defensiva de 20 años Lena Oberdorf.

'Obi', como se la conoce, siempre ha sido muy madura para su edad. La hermana menor del central del Fortuna Düsseldorf, Tim Oberdorf, jugó en el mismo club masculino que su hermano hasta 2018, desarrollando la robustez de la que ha hecho gala en Inglaterra. De hecho, su carrera en Alemania comenzó en la categoría sub-15 con tan solo 12 años, y llegó a ganar el Campeonato Femenino Sub-17 de la UEFA con 15 años, siendo nombrada jugadora del torneo, nada menos.

Dos años después, participó en la Copa Mundial Femenina de la FIFA 2019, donde su precoz talento volvió a llamar la atención. En el partido inaugural contra China, Oberdorf se convirtió en la jugadora más joven de la historia de Alemania en un Mundial, con 17 años y 171 días, superando el récord que hasta entonces ostentaba un icono nacional como Birgit Prinz.

Como es lógico, este verano no se ha visto, ni se ha sentido, fuera de lugar. "No soy consciente de que sólo tengo 20 años", explicó Oberdorf tras la victoria de Alemania ante Dinamarca (4-0) en la primera jornada. "Tengo la sensación de que todo el mundo me ve como una jugadora de 28 años cuando estoy en el campo".

También fuera de ella. La estrella del Wolfsburgo ya forma parte del Mannschaftsrat (consejo de equipo) de la selección alemana, que incluye a jugadoras muy superiores a ella en edad y experiencia, como Alex Popp, Almuth Schult, Lina Magull, Svenja Huth y Sara Däbritz.

"Con Obi, te olvidas de que todavía es muy joven porque juega con mucha madurez", dice Däbritz, su compañera en el centro del campo. "Con una jugadora así sobre el terreno de juego, se ganan muchos duelos. Es un verdadero animal y es muy importante para el equipo. Cuando tiene el balón, tiene calma y seguridad, y es buena en el juego aéreo. Es una futbolista excepcional y también una gran persona".

Duro en el desafío y de poderosa presencia, Oberdorf prefiere la posición de número 6, aunque admite que necesita "tres o cuatro buenas entradas para entrar en el juego". Uno de sus modelos de conducta durante su infancia fue Sergio Ramos, y también comparte la afinidad del defensa español con las tarjetas amarillas, algo de lo que sus compañeras se burlan a menudo.

"Pensé que había aprendido a completar un partido sin una tarjeta amarilla", bromeó tras la victoria en semifinales contra Francia, cuando recibió su tercera amonestación del torneo. "En los dos primeros partidos tampoco salió como estaba previsto. Pero seguiré haciéndolo".

Sin embargo, su verdadera habilidad es la de leer el juego, saber exactamente cuándo hacer un movimiento y romper un ataque. Oberdorf es el engranaje central del motor del mediocampo alemán que mantiene todo en marcha, y es un papel muy valorado por Martina Voss-Tecklenburg. La seleccionadora alemana no suele destacar a sus jugadoras para elogiarlas después de un partido, pero ni siquiera ella pudo resistirse tras la victoria por 2-0 en cuartos de final contra Austria: "La forma en que [Oberdorf] ha jugado hoy en esa posición, a su corta edad... ¡Guau!".

Una cosa es cierta: Oberdorf parece tener muchos años por delante en el centro del campo alemán. Pero, fiel a su tenacidad sobre el terreno de juego, no querrá dejar escapar esta oportunidad de conquistar su primer trofeo internacional a nivel absoluto, el broche de oro de un torneo en el que ha explotado como estrella.